El Conjuro 4: Últimos Ritos
June 29, 2025
Crítica de la película: El Conjuro 4: Últimos Ritos (2025)
★ ★ ★ ☆ ☆
Los Warren han vuelto, y esta vez, el diablo no solo está en los detalles, sino que ya está dentro de la casa.
El Conjuro 4: Últimos Ritos marca el escalofriante final de la saga principal de Ed y Lorraine Warren, y aunque no alcanza la altura de la original, ofrece suficiente atmósfera de terror y guerra espiritual para satisfacer a los fans de siempre, e incluso puede que les deje algunas cicatrices.
Ambientada a finales de los 80, la película sigue a los Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga, aún el alma de la franquicia) mientras investigan una serie de muertes en torno a un remoto monasterio en Europa del Este. ¿El giro inesperado? Esta vez, el fantasma no está en una casa, sino en un lugar sagrado que ya ha sido bendecido, sellado y silenciado por la Iglesia. Algo antiguo y enterrado ha despertado bajo los muros de la abadía, e incluso los sacerdotes temen pronunciar su nombre.
La secuencia inicial de la película es una de las mejores de la saga: un exorcismo bajo la lluvia que sale mal, capturado en una sola toma ininterrumpida, que termina con una frase susurrada de Lorraine: «Esto no es demoníaco. Es más antiguo».
El director Michael Chaves regresa, y aunque su estilo es más llamativo que sutil, muestra una sorprendente moderación, dejando que el silencio, las sombras y el simbolismo religioso hagan el trabajo pesado. La escenografía es claustrofóbica y gótica: catacumbas, santuarios a la luz de las velas y vidrieras agrietadas, todo ello irradiando inquietud.
El demonio en el centro del misterio, conocido simplemente como El Testigo, es una creación aterradora. Mitad serafín, mitad esqueleto, siempre al acecho. Su presencia se siente mucho antes de ser vista, y cuando finalmente aparece, no decepciona.
Donde la película flaquea es en su ritmo y su desenlace emocional. Si bien Wilson y Farmiga son tan cautivadores como siempre, su arco argumental aquí se siente más como un epílogo que como un clímax. Hay referencias al debilitamiento de la salud de Lorraine y al cansancio espiritual de Ed, pero se manejan con demasiada sutileza como para que realmente funcionen. Los sustos, aunque efectivos, también son un poco formulistas en comparación con entregas anteriores.
Pero los últimos 15 minutos… ¡vaya!, impactan. Un ritual a la luz de las velas. Un coro poseído. Un acto de fe de último minuto que dejó a la sala en un silencio atónito. Y luego, una bendición final… ¿o es una maldición?
Veredicto: El Conjuro 4: Últimos Ritos no reinventa la fórmula, pero profundiza en la mitología, honra el legado de los Warren y despide la franquicia con un estallido espiritual escalofriante. Recen, esta película perdura.