Vengadores: Secret Wars (2026)
August 21, 2025
Crítica de la película: Vengadores: Guerras Secretas (2026)
Tras años de preparación para la saga del Multiverso, Vengadores: Guerras Secretas (2026) llega como el proyecto más ambicioso de Marvel Studios hasta la fecha: un éxito de taquilla extenso, explosivo y sorprendentemente emotivo que pretende ser tanto un final como un reinicio para el UCM.
La película no pierde tiempo en sembrar el caos en el público. Las realidades se derrumban, las incursiones destrozan mundos y héroes de distintas líneas temporales se ven obligados a Battleworld, una dimensión fracturada gobernada por un Victor Doom casi divino (interpretado con gélida gravedad por Mads Mikkelsen). Lo que sigue es en parte una historia de supervivencia, en parte una épica bélica y en parte una carta de amor a casi dos décadas de narrativa de Marvel.

La escala es asombrosa. Los directores Anthony y Joe Russo regresan para orquestar enormes batallas colectivas que hacen que Endgame parezca sobrio. Universos enteros colisionan en pantalla, con héroes familiares y variantes impactantes luchando codo con codo. Una escena a mitad de la película —Spider-Man (Tom Holland) y Wolverine (Hugh Jackman) uniéndose contra un ejército de Doombots— ya parece destinada a los libros de historia de los fans.
Pero en medio del caos, la película nunca olvida su núcleo emocional. En esencia, Secret Wars trata sobre el legado: quién lleva la antorcha cuando los mundos se desmoronan. Robert Downey Jr. y Chris Evans regresan de formas sorprendentes y conmovedoras, pero la atención también se centra en héroes más recientes como Shang-Chi, Doctor Strange y la Bruja Escarlata, cuyos arcos argumentales brindan algunos de los momentos más impactantes de la película.

Visualmente, es la película más audaz de Marvel hasta la fecha. Battleworld se presenta con una belleza de pesadilla: un planeta fragmentado donde los rascacielos de Nueva York se alzan sobre páramos desérticos y ciudadelas alienígenas. La banda sonora de Ludwig Göransson combina fanfarrias triunfales con tonos inquietantes y sobrenaturales, aumentando la tensión.

Si hay un defecto, es la enorme densidad de la película. Con casi tres horas de duración, algunas subtramas resultan apresuradas, y los espectadores ocasionales pueden sentirse abrumados por la avalancha de cameos y referencias. Aun así, para los fans que han seguido la laberíntica narrativa del MCU, es una culminación inmensamente gratificante.

Veredicto:
Vengadores: Secret Wars (2026) es un espectáculo audaz, caótico y emotivo que cumple su promesa como el enfrentamiento definitivo de la Saga del Multiverso. Puede que no sea del agrado de todos, pero como final y nuevo comienzo, se consolida como uno de los proyectos más audaces de Marvel hasta la fecha.
⭐ Calificación: 8.6/10
